jueves, 4 de enero de 2018

Fuerza Civil el Terror de Policia Conurbada


Poza Rica, Ver.- A escasos quince días de haber asumido el cargo como coordinador interino de la policía Intermunicipal Poza Rica-Tihuatlán-Coatzintla el Teniente Asunción Zamora Jiménez, comienza a llenar sus bolsillos con multas estratosféricas por F/A (Faltas administrativas), tres detenidos en una discoteca terminaron pagando mil 200 pesos cada uno, sin derecho a una llamada, y amenazados para evitar represalias.

Con esto queda claro que continuará trabajando la Fuerza Civil, ó SSP, o como se llamen los supuestos guardianes del orden quienes refrendan los compromisos con bares y cantinas para cerrar su jugoso negocio.

El Hotel Esmeralda y su canta-bar es uno de los preferidos pues toda de clientes a los uniformados gracias a la cercanía de mandos medios con el administrador de este lugar, quien etiqueta a sus consumidores para que a la vuelta de la esquina, sean detenidos y extorsionados por los gendarmes.

Sin duda la seguridad de Poza Rica y la conurbación continúa en manos de delincuentes con uniforme y nómina de gobierno, estos son los comprobantes de pago que dan en la reja principal de acceso a la Policía Intermunicipal Poza Rica-Tihuatlán-Coatzintla.

Un recibo que no cuenta con un sello oficial, pero para que no halla problema el jurídico hace firmar a sus huéspedes un documento donde fueron tratados con toda cordialidad cuando en lo obscuro y ya en las frías celdas golpean y denigran a los ciudadanos.

Aunado a esto faltan a los derechos humos y garantías individuales, pero que problema puede ser esto para la delegada jurídica si ya en diciembre desaparecieron una pipa que les pusieron a disposición los militares cargada con combustible robado, quitarse una queja si cuenta con un papel que el usuario firmo para lograr su libertad, de buen trato.

Cualquier otra persona diría, “son patrañas” pero sin duda es la realidad que se vive dentro del cuartel de la Policía Intermunicipal Poza Rica-Tihuatlán-Coatzintla, donde además de un trato inhumano prevalece el olor a muerto.

En los mismos pasillos se habla de los excesos y castigos a delincuentes que prácticamente no la han librado y han terminado su existencia, como dos menores que continúan en la mente de su madre y la esperanza de encontrarlos vivos, cuando fue la Fuerza Civil la que los desapareció y por la cual existen una investigación ministerial muy avanzada.

Regresando a los compromisos con empresarios, los guardianes del orden llegan de inmediato a prestar el apoyo a la discoteca de donde se llevaron a dos maestros y un comunicador, la retención se registró a las 02:00 horas debido al reporte del encargado por un borracho que estaba haciendo de las suyas.

Pero si dedicados a vender piñas no están, ofrecen un barra libre y no les gusta lidiar con borrachos, o simplemente alistan a los clientes para los uniformados, eventos a los que si atienden ya que los reportes de empresarios dedicados a la construcción y que se encuentran vulnerables en las afueras de la conurbación encuentran gente armada en sus bodegas, solicitan apoyo al 9-1-1, pero como es algo de peligro los uniformados brillas por su ausencia.
Pero que le va a preocupar al teniente Asunción Zamora Jiménez, si con cubrir la cuota que le merece su director de operaciones de la SSP, Gerardo Guzmán Morales (Comandante Guzmán) Policía Federal adoptado por el estado y puesto en ese ligar con el ya clásico dedazo que mantiene a las cabezas en el poder.

Los malos hábitos han regresado a la Secretaria de Seguridad Publica, pues también en lo que va de su interino poder ha obligado ya a renunciar a dos mujeres que ocupaban puestos administrativos dentro de la coordinación todo por no querer dar el diezmo.

Lo que se vivía hace años con la PIPTC, ahora revive con el teniente Asunción Zamora Jiménez, quien a cada patrullero le exige una cuota para mantenerlo al volante y quien se alinea termina abriendo puertas del cuartel de la muerte.

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