miércoles, 3 de enero de 2018

México juega la baza del maíz ante la renegociación comercial con EE UU


Las autoridades del país latinoamericano exploran nuevos acuerdos de importación del cereal de Argentina y Brasil para disminuir su dependencia de EE UU

Las autoridades mexicanas tienen en uno de los productos más emblemáticos de la dieta nacional su mejor aliado en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de America del Norte (TLCLAN).

 El maíz, sustento fundamental de amplios sectores de la sociedad mexicana desde tiempos inmemoriales, constituye también una fuente esencial de ingresos para los agricultores del sur de Estados Unidos: uno de los colectivos que propició la llegada de Donald Trum a la Casa Blanca y que ahora teme que sus políticas proteccionistas acaben pasando factura a sus propias cuentas de resultados. Esa es la carta que las autoridades mexicanas quieren jugar en las conversaciones comerciales con su vecino del norte. Si la deriva de las conversaciones con Washington acaba siendo dañina para sus intereses, la primera respuesta pasa por reducir al mínimo sus cuantiosas importaciones de mijo estadounidense.

Aun cuando el diálogo bilateral no ha echado a andar, la amenaza mexicana está sobre la mesa y el país latinoamericano ya ha dado los primeros pasos en esa dirección. Con el pretexto de reducir su dependencia de EE UU, en las últimas semanas las autoridades del país latinoamericano han intensificado sus contactos con sus pares argentinos y brasileños para explorar la posibilidad de incrementar sustancialmente su cuota de importaciones de maíz. “Nos tenemos que anticipar para que cuando lleguemos a esa mesa de negociación tengamos la certeza de que partimos de una posición de total fortaleza”, dijo a mediados de marzo el titular mexicano de Agricultura, José Calzada. Toda una declaración de intenciones.

A pesar del rol central que el maíz juega en la dieta nacional —es prácticamente imposible no ingerir un gramo de elote en un día medio en cualquier rincón del país—, y pese a ser autosuficiente y primera potencia mundial en la producción de una de sus variedades, el maíz blanco, México solo es el sexto productor mundial de este cereal. Su cuota global (2%) es mínima si se compara con la estadounidense (34%). Y sus necesidades de importaciones, máximas: solo este año deberá importar 16 millones de toneladas de maíz amarillo, el que más se consume en el país latinoamericano, casi en su totalidad de EE UU. El año pasado, solo los insumos energéticos (gasolina, diésel y gas natural) superan al maíz amarillo en la tabla de importaciones mexicanas de EE UU.

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