Las Choapas, Ver.- El caso del cuerpo que fue arrojado a un costado de la carretera a producción, frente a la entrada principal de la escuela Primaria Emiliano Zapata de la colonia J. Mario Rosado en Las Choapas, Ver. y que se encontraba desmembrado,fue identificado por su pareja, la victima era taxista.
Para J. A. S. S. menor de edad de tan solo 16 años, su vida trascurría como de cualquier chico de su edad, se esforzaba por ser una mejor persona todos los días, desde niño tuvo que trabajar por la situación difícil que atravesaba la familia, se empleó como lavador de autos en varios establecimientos de este giro.
Al estar en contacto de manera seguida con los automóviles, aprendió a manejar, y a pesar que no cumplía la mayoría de edad, algunos cocesionarios de taxis le ofrecieron trabajo, vivía con su madre y demás hermanos en la calle Jinicuil de la colonia Aviación, nunca le gusto el estudio y apenas termino la primaria.
Hace 5 meses conoció a una mujer mayor que él, casi fue amor a primera vista, porque a los pocos días se fueron a vivir juntos a una vivienda humilde que pidieron para cuidarla, ubicada en la calle Reynosa de la colonia El Encanto.
De ese lugar salía desde tempranas horas para trabajar en el servicio de taxi, a veces llegaba temprano y otras, cuando los días eran malo, hasta entrada la noche, llegaba a la casa con su esposa, para solo comer y cambiarse para acudir a su otro empelo que era lavar autos y de esta manera ganarse unos pesos extras.
Su pareja sentimental nos dice que el sábado por la tarde fue última vez que cruzaron palabras, él se despidió para salir a trabajar, al no llegar a casa porque lo hacía hasta la madrugada, pensó que se había quedado a descansar en el lugar como ya lo había hecho en ocasiones anteriores y por eso no le dio importancia a su ausencia.
Continúa con el relato la compañera de J. A S. S. que para el domingo lo siguió esperando pero, y cuando se enteró que habían ejecutado a una persona en las barrancas de la misma colonia donde vivían, se asustó y acudió al punto del hallazgo pidiéndole a Dios que no fuera su esposo, al verlo de lejos respiro tranquila y se retiró a su casa.
Comenta que para el lunes las cosas siguieron normal, ella con la esperanza de que en cualquier momento llamaría para explicarle el motivo de su ausencia.
Mientras tanto a través de las redes sociales la noticia del cuerpo encontrado en la colonia J. Mario Rosado se hacía viral de manera local, muchos preguntaban cuál era la identidad de esta persona y si ya había sido reconocido.
Fue hasta este martes que gracias a los medios de comunicación, se enteró que en el anfiteatro de la ciudad, se encontraba una persona con características similares a la de su compañero, de inmediato acudió al lugar parta pedirse le permitiera ver el cuerpo, pero debido a las condiciones en la que fue levantado el no se le permitió verlo.
Fue a través de sus familiares que se enteró que era su pareja, de inmediato varios recuerdos vividos juntos pasaron por su mente.
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