No tranquiliza a nadie la aprehensión del temible fiscal de Nayarit, Édgar Veytia Cambero, por el gobierno de Estados Unidos: su entorno de impunidad sigue activo en México.
Fuentes que conocen su trayectoria delictiva dicen a Proceso que el exfuncionario, apodado El Diablo, comenzó a operar para los mayores cárteles del narcotráfico desde que fue secretario de Seguridad de Tepic y creció en voracidad cuando su jefe de siempre, Roberto Sandoval, llegó a la gubernatura y lo nombró fiscal. No es todo: las mismas fuentes sostienen que Veytia le regaló al actual mandatario propiedades de las que despojó a campesinos, así como caballos de un millón de dólares.
Varias instancias del Estado mexicano, incluyendo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), desdeñaron las denuncias interpuestas entre 2013 y 2016 por ciudadanos de Nayarit contra el entonces fiscal Édgar Veytia Cambero, El Diablo.
Se trata de acusaciones graves por despojo, desaparición de personas, secuestro, extorsión, levantones y asesinatos, así como de operar para las organizaciones delictivas de los Beltrán Leyva, Los Zetas –entonces brazo armado del Cártel del Golfo– y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
No obstante, fue el gobierno estadunidense el que giró la orden de detención cumplida el pasado 27 de marzo, cuando Veytia Cambero intentaba cruzar el puente internacional Cross Border Xpress, de San Diego, California. Se le acusa de “conspiración internacional” para importar, fabricar y distribuir ilegalmente heroína, metanfetaminas, mariguana y cocaína en Estados Unidos, cuya ciudadanía ostenta Veytia.
Para los nayaritas esos cargos no son nuevos, sólo que del año pasado a la fecha traicionó a la organización Beltrán Leyva, lo que precipitó su propia caída, sobre todo porque se le señaló como el que le avisó a Alfredo Beltrán Guzmán, El Mochomito, que los hijos del Chapo Guzmán estaban en el bar restaurante La Leche, de Puerto Vallarta, para que los secuestrara.
Apenas en febrero pasado se le acusó de traicionar y entregar a las fuerzas federales a Francisco Patrón Sánchez, El H2, y a Daniel Isaac Silva Gárate, El H9, operadores de los Beltrán Leyva, dejando la plaza completamente libre al CJNG.
Paralelamente, Veytia Cambero seguía despojando, amenazando, levantando, secuestrando y encarcelando en el penal estatal de Tepic a quienes se le oponían. Es el caso de Paul y Brenda Magallanes, quienes llevan presos cuatro años, lo mismo que su empleado Cirilo e incluso Efraín, el hijo de éste, quien visitaba a su padre cuando lo detuvieron. El Diablo los encarceló porque no pudo despojar al padre de Paul y Brenda, Agustín Magallanes, de todas sus propiedades (Proceso 1937).
Hace dos semanas Julián Venegas –hijo de Julián Venegas Guzmán, un compadre del Chapo Guzmán a quien el exfiscal desapareció (Proceso 2077)– estuvo a punto de ser levantado por un enviado de Veytia, pero logró escapar. Su madre denunció el hecho a este semanario.
El hombre de Los Zetas y los Beltrán
Cuando Roberto Sandoval asumió la presidencia municipal de Tepic, en 2008, incorporó a Veytia Cambero como director de Tránsito y Vialidad. El 26 de agosto de 2009 lo nombró secretario de Seguridad Pública, Tránsito y Vialidad.
Hasta entonces sólo se sabía que Veytia había laborado en la central camionera local. Actualmente, se le atribuye la propiedad de dos líneas locales de autotransporte de pasajeros que cubren la ruta a la ciudad fronteriza de Tijuana.
En ese tiempo el Cártel de Sinaloa predominaba en Nayarit mediante una de sus células dirigida desde Tepic por los hermanos Alfredo, Arturo y Héctor Beltrán Leyva. Pero en enero de 2008 fue detenido el primero, conocido también como El Mochomo. Los hermanos culparon al Chapo y formaron su propia banda, iniciando la disputa por la zona.
Para entonces, la relación entre Veytia y los Beltrán Leyva se había consolidado. Fuentes que solicitaron el anonimato para evitar represalias señalan que El Diablo ayudó a Los Beltrán Leyva a “limpiar” la zona a cambio de 5 millones de dólares. Para este trabajo los Beltrán Leyva también se aliaron con Los Zetas.
El 26 de mayo de 2011, en el municipio de Ruiz, colindante con Tepic, se enfrentaron sicarios del Cártel de Sinaloa y de Los Zetas, con un saldo de 29 muertos.
Cuatro meses después, el 19 de septiembre de 2011, Roberto Sandoval tomó posesión como gobernador y designó a Veytia Cambero como subprocurador de Justicia. Mientras él estuvo en el cargo, Sandoval nunca nombró procurador, lo cual le dio a Veytia margen de maniobra para consolidar su relación con gente de los Beltrán Leyva de Tepic y con integrantes de Los Zetas en los municipios de La Riviera Nayarit, como Bahía de Banderas, Compostela y San Pedro Lagunillas, Ahuacatlán, Amatlán de Cañas, Ixtlán del Río, Jala y Santa María del Oro.
En ese tiempo Veytia creó la Policía Nayarita, cuyos efectivos siempre portan capucha y se trasladan en vehículos oficiales con cristales polarizados y sin placas. Esa corporación la puso al servicio de los dos grupos delincuenciales. Los habitantes de Compostela denunciaron que un día a la semana entraba a esa población una camioneta de los cárteles a levantar personas, siempre escoltada por una patrulla estatal.
En febrero de 2013, a petición del gobernador Sandoval, Veytia Cambero se convirtió en titular de la Fiscalía General del Estado (FGE) por siete años.
Su despacho en la fiscalía cuenta con una cocina y dos habitaciones. En una de éstas hay una cómoda sala con sillones para siete personas. De los muros cuelgan pistolas con las iniciales EV y en una columna colocó un altar a la abundancia: una vasija contiene dos lingotes de oro marcados con las mismas iniciales; la desbordan billetes de dólares y euros. Muy pocas personas eran invitadas a este lugar.
Su cargo de fiscal le permitió consolidar su actividad delictiva, aunque las quejas en su contra se multiplicaron.
El hijo de uno de los hermanos Padilla –tres reconocidos oftalmólogos que radican en Tepic– fue secuestrado en 2013. La primera reacción de la familia fue acudir al gobernador, quien los envió con el fiscal. Pero Veytia les reclamó por haber ido primero con Sandoval: “Yo soy quien tiene la última palabra. La tarifa mínima era de 300 mil pesos, pero ya que intervino Sandoval, se las dejo en 100 mil pesos por los gastos ya generados”.
Regresaron al muchacho a las dos horas de entregar el dinero, platica a Proceso don Agustín Magallanes, quien hace cinco años huyó del estado a causa de la persecución del Diablo.
Otro caso es el de Jaime Corona y su hijo Ernesto. El padre, empresario del municipio de Bucerías, aportó fuertes sumas de dinero para la campaña de Sandoval hacia la gubernatura. En 2015 Ernesto fue levantado por elementos de la Policía Nayarita. Don Jaime le reclamó a Sandoval: “Yo invertí en tu campaña, ¿con esto me vas a pagar?”. El hijo fue liberado de inmediato.
Para entonces a Los Zetas ya no les bastaba controlar la Riviera Nayarit; querían extender su dominio a la capital del estado. Allí fueron interceptados: el 8 de septiembre de 2013, en Tepic, la FGE dio a conocer la captura de 26 presuntos zetas, entre ellos seis menores de edad.
Una vez que fueron replegados a Compostela y Bahía de Banderas, el fiscal puso la Policía Nayarita al servicio de Los Zetas, igual que hizo con Los Beltrán Leyva en Tepic, narran a Proceso Agustín Magallanes y Adrián Villanueva, quienes abandonaron Compostela hace cinco años por las amenazas de muerte de Veytia Cambero. Villanueva fue despojado de propiedades y su familia ha vivido bajo la misma amenaza.
Los narcos se adueñan del estado
Desde 2013 Proceso tiene copia de las denuncias presentadas por diversos ciudadanos ante la PGR, las secretarías de Gobernación y de la Función Pública, así como la CNDH y el gobernador Roberto Sandoval. Unas fueron publicadas el 15 de diciembre de 2013 en el reportaje El fiscal sicario y otras en El fiscal oscuro, del 21 de agosto de 2016. En ambos textos los denunciantes señalan a Veytia Cambero como protector y operador de Los Zetas, aliado de los Beltrán Leyva y más recientemente como protector del CJNG.
Otro cártel que operaba en el estado con el objetivo de eliminar a la organización del Chapo era el de Alberto Carrillo Fuentes, Betty La Fea, quien ante el repliegue de su hermano Vicente, El Viceroy, asumió el liderazgo del Nuevo Cártel de Juárez (NCJ) y se alió a Los Zetas y los Beltrán Leyva contra Guzmán Loera.
Cuando el Cártel de Sinaloa fue derrotado, Los Zetas, que aún eran brazo armado del Cártel del Golfo, se quedaron con los municipios del norte de Nayarit. Betty La Fea fue detenido el 1 de septiembre de 2013 por la Policía Federal, lo que acabó con la aspiración del NCJ de quedarse con el territorio.
Fuentes que solicitaron el anonimato aseguran que Veytia Cambero empleaba su línea de camiones para ingresar “clavo”, es decir, mercancías como mariguana y heroína procesada en los laboratorios que el fiscal tiene en la sierra de Nayarit.
Cuando empezó la guerra entre los cárteles en el país, el funcionario empezó a negociar con el de Sinaloa, después mandó a ejecutar al lugarteniente Alberto Rosales, conocido como El Albert o El 06, quien traía entre 20 y 30 escoltas.
Una de las personas consultadas afirma que el exfiscal traicionó a los lugartenientes del Cártel de Sinaloa en Nayarit, como El Bigotes, a quien ejecutaron en La Resolana en marzo de 2012, así como a Los Pelones y a Rogelio Magallanes. Una vez que el funcionario les limpió la zona, la organización Beltrán Leyva se desplegó libremente en la plaza, sólo que Veytia negoció con Los Zetas el sur del estado.
El 16 de octubre de 2013, en una balacera en la que fue herido el cantante Remmy Valenzuela, en Santa María del Oro, el fiscal de Roberto Sandoval les brindó seguridad a los capos Héctor Beltrán Leyva, al H2 y al Chapo Isidro. Al irrumpir por sorpresa efectivos de la Marina, salieron a enfrentarlos integrantes de la Policía Nayarita para dar tiempo a que los cabecillas huyeran. Los estatales fueron detenidos en el Penal Tres, pero pagaron y salieron.
De hecho, según las fuentes mencionadas, la casa donde la noche del 9 de febrero la Marina abatió al H2 era propiedad de Isidro Aguilar Luke, alias El Chilo o 02, quien fue acribillado en un operativo en El Naranjo, Sinaloa. Con frecuencia los vecinos veían salir a Veytia Cambero de esa casa en Tepic.
En el estado, dicen las fuentes, todos saben a qué se dedica Veytia Cambero. Agregan que el gobernador se hace el sorprendido, pero él mismo es propietario de un rancho que El Diablo le quitó al “mafioso” Miguel Ángel Ibarra Valle, El Migue, antes de matarlo, por Puerta de la Laguna, en Tepic. Incluso, detallan, Roberto Sandoval construyó caballerizas ahí.
Para el lado de Bahía de Banderas, el todopoderoso funcionario mandó levantar a los campesinos para hacerlos firmar cesiones de derechos de sus tierras. El 22 de marzo de 2016 Veytia Cambero abrió su notaría en La Mezcalera y se adjudicó esas propiedades.
A decir de las fuentes, hasta el secretario de Gobernación conocía la situación, ya que después de la balacera de 2013 donde quedó herido Remmy Valenzuela, el secretario de Marina se molestó y se quería llevar al fiscal nayarita a la Ciudad de México, pero el gobernador intervino ante Osorio Chong, quien le leyó la cartilla a Sandoval para que Veytia “le bajara”.
Para tener al mandatario de su lado –siempre en la versión de las fuentes mencionadas–, el fiscal le regaló a Sandoval 300 hectáreas en La Resolana, tierra que le quitó a ejidatarios con amenazas. También le regaló caballos de 1 millón de dólares que trajo de España. Comentan que el gobernador no tenía nada, era un simple tablajero, pero ahora posee esos ranchos en El Tizape, Villa Hidalgo.
A su vez, El Diablo tenía laboratorios por el lado de Amatlán de Cañas e Ixtlán del Río.
–¿El fiscal entregó a los hijos del Chapo el 14 de agosto de 2016, cuando fueron secuestrados? –se le pregunta a uno de los declarantes.
–¡Claro! La caravana que los acompañaba pasó por Nayarit, andaban en Bahía de Banderas y les puso cola con la Policía Nayarita hasta el restaurante bar La Leche, de Puerto Vallarta –ya en Jalisco–, adonde llegó gente de Alfredo Beltrán Guzmán, El Mochomito, y se los llevó.
Un mes antes, el 11 de junio, se realizó un ataque armado en el poblado La Tuna, municipio de Badiraguato, donde vive Consuelo Loera, madre del Chapo Guzmán. El Mochomito fue señalado como responsable de ese tiroteo, que dejó tres muertos y varios heridos.
De acuerdo con versiones de funcionarios federales, para entonces Beltrán Guzmán estaba confrontado con un hermano del Chapo, Aureliano Guzmán Loera, alias El Guano, con quien se disputaba los dominios que habían sido del Chapo Guzmán.
Estas mismas fuentes federales explican que Ernesto Guzmán Hidalgo era abuelo del Mochomito y medio hermano de Joaquín Guzmán Loera. Guzmán Hidalgo era padre de Patricia Guzmán Núñez, esposa de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo. Ellos son los padres de Alfredo Beltrán Guzmán, cercano a las cúpulas de los cárteles de los Beltrán Leyva y de Sinaloa.
El 9 de diciembre de 2016 El Mochomito fue arrestado por autoridades federales en Zapopan, Jalisco. Lo acusaron de ser uno de los responsables de varios hechos de violencia en la zona del Triángulo Dorado y de la emboscada que un grupo de sicarios le tendió el 30 de septiembre de ese año a un convoy del Ejército en Culiacán, Sinaloa, con un saldo de cinco soldados muertos y 10 heridos.
Después de la recaptura del Chapo Guzmán el 8 de enero del año pasado, la organización de los Beltrán Leyva intentó extender su dominio en diversas zonas del país.
El H2 y el H9 se movían libremente en Tepic. Las fuentes informan que el segundo era cliente del Play City ubicado en la plaza Foro Tepic, sobre la avenida Colosio. Cuando le pegaba al Bingo pedía su pago en efectivo. Entraba por la cocina y lo vigilaban hombres armados, pero de todas formas reforzaban su seguridad policías estatales que se mezclaban entre los clientes.
En ese entorno de impunidad el poder de Veytia Cambero era tal que presuntamente financió la campaña de Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, a la gubernatura de Nuevo León; señalamiento que rechaza el ahora mandatario de esa entidad.
Ahora está preso, pero en la FGE su poder prevalece porque el gobernador Roberto Sandoval nombró como suplente a Carlos Alberto Rodríguez, hombre de confianza del exfiscal desde la Secretaría de Seguridad Pública de Tepic.
De acuerdo con el Tribunal de Distrito del Este de Nueva York, entre enero de 2013 y febrero de 2017 Veytia Cambero, conocido también como Eepp y Lic Veytia, habría introducido a Estados Unidos al menos un kilo de heroína, cinco kilos de cocaína, 500 gramos de metanfetamina y una tonelada de mariguana. Por lo pronto, el gobierno de ese país reclama 250 mil dólares por esas transacciones ilegales; sin embargo, reconoce que hay cargos contra el exfiscal anteriores a 2012 y por los cuales no será procesado.
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