El llamado de las personas un poco más serenas durante el sepelio era uno sólo: justicia.
Coatzacoalcos, Ver.- Uno de los himnos cristianos más famosos -Cuando allá se pase lista- fue entonado en el panteón Lomas de Barrillas para despedir a los seis integrantes de la familia Martínez Pech,...
El llamado de las personas un poco más serenas durante el sepelio era uno sólo: justicia.
Coatzacoalcos, Ver.- Uno de los himnos cristianos más famosos -Cuando allá se pase lista- fue entonado en el panteón Lomas de Barrillas para despedir a los seis integrantes de la familia Martínez Pech, asesinados a balazos durante la tarde del sábado en la colonia Nueva Calzadas.
A las dos de la tarde con 10 minutos, un policía naval tomó el reporte de la llegada de los restos de la humilde familia a su última morada.
Pese a que fue uno de los crímenes con mayor crueldad en la historia de Coatzacoalcos había poca gente; sin embargo, el llanto no se hizo esperar en la mayoría de los presentes.
“¡Ay mi niña hermosa! ¡Mi Clemente, mi hijito precioso! ¡Algún día te voy a ver allá, mi niño hermoso!”, eran los gritos de una mujer desconsolada que pasaba de un féretro a otro.
El llamado de las personas un poco más serenas durante el sepelio era uno sólo: justicia.
“Vamos a pedir justicia en todo momento, hay algo que la autoridad no entiende: el dolor de la familia”, dijo Jesús, tío del padre de los cuatro menores que también fueron victimados, Clemente Martínez Martínez.
Antes de llegar al panteón, Jesús contó que hace cuatro meses Clemente, quien trabajaba como taxista, le pidió una biblia, pues tuvo interés por la religión cristiana.
“Me pidió una biblia y un diccionario bíblico porque estaba estudiando con su familia, mucho mucho antes, te hablo de hace cuatro meses, se reunían. Eran cristianos, a sus hijos los llevaban a predicar, la familia es cristiana, él taxista”, relató.
Otra mujer allegada a la familia corroboró la modesta vida de la familia Martínez Pech.
Incluso, reveló que enfrentaron dificultades para cubrir los gastos funerarios luego del homicidio de Clemente, su esposa Martidiana y sus hijos Joselin, de tres años; Guadalupe de seis, Daniel de cinco y Ángel de cuatro años de edad.
“Si estuviera involucrado (con la delincuencia) tuvieran dinero y la verdad nunca se les vio, con cuatro chamacos vivía al día", detalló.
La misma dama confirmó que a 24 horas del anuncio de un fiscal especial para la investigación del caso ninguna autoridad los ha contactado. “No, nadie se ha acercado. No nos han preguntado nada, no veo acción”, refutó.
El asesinato de la familia consternó a los habitantes de Coatzacoalcos; sin embargo, hasta el momento ninguna autoridad local, representante del sector empresarial, actor político o la iglesia católica ha realizado un pronunciamiento o desplegado al respecto.
Quienes se dicen indignados por los hechos únicamente han realizado publicaciones a través de las redes sociales, en tanto, la Fiscalía General del Estado (FGE) sigue acumulando expedientes por homicidios dolosos sin resolver en esta ciudad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario