El submarino diésel Kólpino, construido en los Astilleros del Almirantazgo en San Petersburgo, entró en servicio de la flota naval de Rusia. El buque se unió a la fuerza de submarinos de la flota rusa del mar Negro.
Rusia.- En los Astilleros del Almirantazgo, donde tuvo lugar la ceremonia el 24 de noviembre, a bordo del submarino fue izada la bandera Andréevski que simboliza la aceptación de la nave para que forme parte de los buques de batalla de la Armada rusa.
"Hoy estamos terminando la construcción de una serie de submarinos para la flota del mar Negro. Esta serie realizará de manera eficaz misiones junto con buques de superficie y la aviación naval", afirmó el comandante de la Armada rusa, Vladímir Koroliov durante la ceremonia.
Según el comandante de la Marina de guerra, los submarinos de la serie 636.3, que se construyen en San Petersburgo, disponen de armas de alta fiabilidad y eficiencia.
Los dos primeros submarinos de esta serie Novorossiysk y Rostov del Don entraron en servicio de la flota del mar Negro en agosto y en diciembre de 2014, el tercero y el cuarto Stari Oskol y Krasnodar, en julio y noviembre del año 2015, respectivamente. El 26 de octubre de 2016 los marineros rusos recibieron al submarino Nóvgorod.
Los seis submarinos de esta serie llevan los nombres de las ciudades rusas, las cuales tienen el título honorífico de "Ciudad Héroe" y "Ciudad de la Gloria Militar".
Los submarinos del proyecto 636.3 se distinguen por una alta efectividad en el combate debido a una combinación óptima de sigilo acústico y de rango de detección de blancos.
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