Japón y Corea del Sur firmaron un pacto de intercambio de inteligencia militar la semana pasada, pero las autoridades decidieron hacer la firma en privado, sin ninguna posibilidad para la prensa.
Decepcionados y frustrados, los reporteros gráficos decidieron protestar por la notoria censura hacia los reporteros gráficos.
Y cuando el embajador japonés Yasumasa Nagamine llegó al Ministerio de Defensa de Corea del Sur en Seúl el pasado 23 de de noviembre, solo entró para encontrar un túnel formado por una línea de reporteros gráficos a ambos lados.
A los fotógrafos solo se les comunicó que podían hacer fotos después de la firma, lo cual enfureció al grupo logrando que se organizaran para boicotear de forma colectiva la llegada del diplomático.
Las cámaras DSLR estuvieron a los pies de los fotógrafos, lo cual simbólicamente demostró que se negaban a cubrir el evento.
El gobierno de Corea del Sur decidió publicar sus propias fotos del encuentro tomadas por los funcionarios del Ministerio de Defensa.
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