- Además de microcefalia, afirmó Hilda Montero Ladrón de Guevara, investigadora del Instituto de Salud Pública (ISP)
- Las repercusiones del padecimiento se notarán hasta el próximo año
Claudia Peralta Vázquez
El Zika, enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegypti, ya no sólo ocasiona microcefalia en niños recién nacidos, cuyas madres fueron contagiadas por el virus dentro del primer trimestre de gestación, sino que también puede generar daños oculares, cerebrales y cognitivos, si fueron infectadas en etapas posteriores.
Hilda Montero Ladrón de Guevara, investigadora del Instituto de Salud Pública (ISP) de la Universidad Veracruzana (UV), dio a conocer que este padecimiento hoy en día representa un grave peligro para la humanidad, debido a que el piquete del insecto no es la única vía de contagio; ahora se suma el contacto sexual.
Como parte de la campaña “No más Zika”, impulsada por el ISP y difundida desde el 9 de noviembre con el objetivo de dar a conocer medidas preventivas contra este padecimiento entre la comunidad universitaria, la especialista comentó que, si bien el cuadro clínico puede ser relativamente severo y de poca duración, las secuelas son importantes.
Al principio, dijo, al Zika se le relacionaba con la microcefalia, hoy mejor conocido como “síndrome congénito por Zika”, porque la enfermedad se genera si la mujer embarazada se infecta en el primer trimestre de gestación.
Si esto ocurre en etapas posteriores, quizá el daño no es tan grave como la microcefalia, pero puede haber otros como los antes descritos, que son detectados durante el desarrollo del infante. Por ello es importante que las mujeres embarazadas sepan cuál es el riesgo y eviten ser picadas por el mosco.
También se sugiere que en zonas donde se encuentra el vector y existe el brote, el hombre use condón para que en caso de tener el virus no se lo transmita a su pareja.
“Es importante hacer conciencia en este grupo poblacional que las mujeres embarazadas son altamente vulnerables a las secuelas que se pudieran presentar.”
La investigadora indicó que los síntomas son muy similares al dengue o chikungunya, sin embargo un diagnóstico molecular determinará de qué tipo de infección se trata.
Por regla, toda mujer embarazada que presente un cuadro clínico como: dolor de articulaciones, fiebre, dolor de cabeza y exantema (ronchas o salpullido), debe ser tratada médicamente y descartar la afectación vía molecular. Algunos médicos mencionan que el Zika además ocasiona conjuntivitis.
La especialista en virología molecular e integrante de la Red Mexicana de Virología, resaltó que todos los virus son cambiantes y evolucionan, por lo que ésta es una nueva variante; es decir, antes se limitaba a ciertos órganos del cuerpo, pero ahora llega los aparatos reproductores masculino y femenino, atraviesa la placenta y la barrera hematoencefálica.
También es un virus neurotrópico, lo cual significa que se puede replicar, crecer en neuronas y ocasionar daño cerebral.
Hilda Montero subrayó que los efectos del Zika aún no se pueden determinar, toda vez que el brote se dio entre julio y septiembre del presente año.
“No más Zika” se extenderá a 2017
Con relación a la campaña “No más Zika”, que se prolongará hasta enero del próximo año, Hilda Montero Ladrón de Guevara, informó que esta estrategia dirigida a estudiantes y personal de la UV, podría extenderse hacia la sociedad en general, dependiendo del impacto que se tenga al interior de la comunidad universitaria.
En tanto, Vianey Guadalupe Argüelles Nava, coordinadora de la Maestría en Epidemiología del ISP, destacó la participación en línea de mil 740 integrantes de la Universidad de las cinco regiones, quienes respondieron las 48 preguntas plasmadas en una encuesta elaborada para conocer el nivel de conocimientos, actitudes y prácticas que llevan a cabo, respecto a la enfermedad transmitida por el virus del Zika.
Señaló que el periodo de aplicación fue del 10 de octubre al 9 de noviembre. Del total de participaciones, el 79.1 por ciento correspondió a estudiantes y el 20.9 a trabajadores de la UV.
Las regiones Xalapa y Veracruz tuvieron una mayor intervención, tomando en cuenta la concentración de espacios educativos y laborales.
Asimismo, más del 42 por ciento manifestó que la información vertida a través de diferentes medios de comunicación no siempre es clara, lo cual tiene que ver con la falta de adaptación de los contenidos para la población. El 72 por ciento afirmó que conocía a alguna persona que estuvo infectada por el virus.
En esta campaña también participan los investigadores: Clara Luz Sampieri Ramírez, María Teresa Álvarez Bañuelos y Gabriel Riande Juárez.
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