Xalapa, Ver.- Una de las mujeres que aspiró a la presidencia del PRI fue Érika Ayala, la eterna lideresa del sindicato del Cobaev. Se anduvo moviendo, pero de plano le dijeron que no, pues ella representa la corrupción del sexenio que recientemente terminó.
Queda pendiente una auditoría completa al sindicato del Cobaev, que recibió recursos de la misma institución, que recibió recursos federales que fueron utilizados para beneficio de ella. Tan bien le fue a Érika Ayala que le alcanzó para comprarse un helicóptero; porque cómo es posible que Jorge Carvallo y Édgar Spinoso, dos corruptos de la misma calaña que ella, tuvieran un vehículo aéreo y ella no.
Ahora dice que el helicóptero se lo regalo su papá. Sí claro, su papá; ya se verá en las investigaciones que se hagan sobre sus propiedades si el papá se lo regaló o no.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario