sábado, 8 de abril de 2017

Terminan casi cincuenta años de violencia: ETA deja las armas

La organización separatista dio al gobierno francés una lista de ocho depósitos donde supuestamente hay tres toneladas de explosivos y 120 armas.

La organización separatista Patria Vasca y Libertad (ETA) inició el proceso de desarme oficial este sábado, con lo que se pone fin a casi 50 años de violencia que dejaron alrededor de 800 personas muertas.

ETA proporcionó al gobierno francés una lista de ocho depósitos de armas situados en el sudoeste de Francia. Ram Mannikalingam, líder de la Comisión Internacional de Verificación (CIV), señaló: “es un día histórico, estamos desarmando a último grupo armado que quedaba en Europa”.

Un total de 172 observadores supervisaron la inspección de los escondites de armamento, en los que supuestamente hay de tres toneladas de explosivos, 120 armas de fuego, miles de detonadores y una cantidad indeterminada de munición.

Mientras el ministro del Interior francés, Matthias Fekl, aseguró que el desarme es “un gran paso”, su contraparte española, Juan Ignacio Zoido, pidió al grupo independentista que deje de “montar operaciones mediáticas para disimular su derrota e intentar sacar un rédito político”.

ETA: Una historia escrita con sangre

El grupo armado ETA libró una campaña violenta por la independencia de siete regiones en España y el suroeste de Francia que son reclamadas por los vascos como parte de su territorio.

Su primera aparición fue en 1960, como un movimiento de resistencia estudiantil que se oponía a las medidas del general Franco, quien suprimió la cultura vasca al prohibir su idioma y encarcelar y torturar a intelectuales.

El grupo se radicalizó luego de la muerte el dictador y llevó a cabo varios atentados. Entre ellos, el asesinato del consejero del Partido Popular, Miguel Ángel Blanco, luego de que el gobierno español se negó a regresar al país vasco a 460 prisioneros que estaban en cárceles de España.

El asesinato provocó manifestaciones masivas a lo largo de España para pedir un fin a la violencia.

Los ataques a lo largo de décadas de enfrentamientos dejaron más de 820 muertos, muchos de ellos miembros de la Guardia Civil española y políticos que se oponían a la independencia.

Pra reducir el poder de la organización, el gobierno español prohibió el ala política del movimiento bajo el argumento de que este sector político estaría inevitablemente vinculado al ala violenta del movimiento.

En 2008, ETA experimentó dos duros golpes con la aprehensión de su comandante político Javier Lopez Pena y seis meses después, el arresto de su líder militar, Garikoitz Aspiazu Rubina.

En 2010, la organización anunció que no llevaría a cabo más ataques y en 2011 declaró un cese el fuego, aunque se negó al desarme.

Un punto de quiebre llegó en 2014, tras las detonaciones de explosivos en Madrid. Aunque inicialmente el Partido Popular responsabilizó a ETA por los atentados, luego se señaló a grupos islamistas.

El grupo separatista negó cualquier vínculo con los atentados, pero se cree que en este punto se comenzó a gestar la decisión de abandonar la violencia como vía para cumplir sus demandas.

(Con información de El Periódico y BBC)

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