Los malos hábitos alimenticios no sólo destruyen el cuerpo, también al medio ambiente Poza Rica, Ver.- Seguramente ya has de estar hasta la corona de tantos problemas ambientales y de salud. Bueno estos son causados por uno; en nuestra convicción se encuentra decidir si te quieres o...
Los malos hábitos alimenticios no sólo destruyen el cuerpo, también al medio ambiente
Poza Rica, Ver.- Seguramente ya has de estar hasta la corona de tantos problemas ambientales y de salud. Bueno estos son causados por uno; en nuestra convicción se encuentra decidir si te quieres o no.
Una publicación compartida de Nutrióloga María Orozco (@saludablemaria) el
Los alimentos chatarra (papitas, dulces, refrescos) no sólo le hacen daño al cuerpo y mente, sino al medio ambiente natural también. Contamina áreas naturales como los bosques, mares, ríos y se exterminan especies tanto marinas como terrestres, enfermando a nuestra propia especie. Por lo general estte tipo de productos se encuentran presentados en contenedores y empaques plastificados que ardan mucho tiempo en degradarse; son generadores de basura a la vez crean cuerpos obesos.
Los invito a tomar en cuenta sobre los ingredientes que contienen los alimentos. http://www.esnoticiaveracruz.com/ingredientes-que-contienen-los-alimentos-procesados/
Se acelera el proceso del efecto invernadero y causa cambios climáticos radicales. Los alimentos de origen animal como la carne también contamina el medio ambiente y los nuevos procesos industrializados para su consumo conlleva en el producto un sin fin de químicos.
El maltrato animal va de la mano con estos temas y sin necesidad de caer en un estereotipo o tendencia, es bueno adaptarse a ciertos hábitos y costumbres como ejercitarse que pueden mejorar nuestra calidad de vida.
Los alimentos que pasan por procesos industrializados para ser consumidos debe ser evitados y eliminados, no causan ningún beneficio al organismo Todos sabemos bastante bien que nuestra comida ha sido invadida por colores artificiales, preservativos, emulsionantes y edulcolorantes desde hace...
Los alimentos que pasan por procesos industrializados para ser consumidos debe ser evitados y eliminados, no causan ningún beneficio al organismo
Todos sabemos bastante bien que nuestra comida ha sido invadida por colores artificiales, preservativos, emulsionantes y edulcolorantes desde hace cuatro décadas y sin duda alguna estamos empezando a ver los efectos en nuestra salud.
Sin embargo, hay algo de esperanza ya que cada día más personas buscan alternativas saludables y se preguntan de dónde provienen nuestros alimentos y cómo fueron producidos. A continuación les presentamos una lista con 25 ingredientes que debemos evitar, cuando vayan de compras la próxima vez búsquenlos en la parta de atrás de los productos:
Sabores Artificiales: estos están hechos de químicos formulados en un laboratorio y no ofrecen ningún contenido nutricional. Los podrán encontrar en casi todo, desde dulces, cereales, yogurt y sopas. Los efectos que pueden causar son: neurotoxicidad, toxicidad de orgános y cáncer.
Harinas Enriquecidas: Para “enriquecer” a los granos les añaden niacina, tiamina, riboflavina, ácido fólico y hierro, pero les quitan otros nutrientes durante el proceso de refinamiento. La harina enriquecida es básicamente harina a la que le han agregado unos cuantos nutrientes después de quitárselos a través de un proceso químico y de cualquier manera no contiene suficientes nutrientes para hacerla un alimento sano.
Aceites hidrogenados o fraccionados: el proceso de fraccionamiento toma aceites de palma o mazorca de palma y los calientan para luego enfriarlos tan rápido que los fracciona. Al ser fraccionados se separan las partes líquidas de las sólidas, dejando solamente la parte con más grasas nocivas concentradas para el consumo humano.De manera similar, los aceites hidrogenados son el resultado de calentar aceites sanos (de coco, palma, grano, maíz o canola) hasta mil grados centígrados para convertirlos en preservativos. Consumirlos es comparable a consumir un plástico líquido.
Glutamato Monosódico: también conocido como MSG, saborizante natural, extracto de levadura, guanilato de disodio, proteína texturizada y muchos más, no es un nutriente, ni vitamina ni mineral —su valor nutricional es nulo. La parte nociva es el Glutamato, un derivado de maíz, melaza o trigo que es desglosado hasta convertirlo en un cristal. Muchos científicos y médicos piensan que podría causar desórdenes neurológicos como migrañas, ataques, infecciones, ciertos tipos de obesidad, Enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer y la enfermedad de Huntington (entre muchos más).
Azúcar: La principal fuente de calorías en muchos países, la puedes encontrar en refrescos, jugos de fruta, bebidas deportivas y en casi todos los alimentos procesados desde papas hasta quesos. Lo que es más alarmante es que la fórmula para bebés contiene el equivalente de azúcar de una lata de Coca-Cola.
Jarabe de maíz rico en fructuosa: Causa resistencia a insulina, diabetes, hipertensión y aumento de peso, adicionalmente está hecho de maíz genéticamente modificado.
Benzoato de sodio y potasio: El benzoato de sodio se convierte en un veneno cancerígeno cuando se combina con ácido ascórbico ya que causa un daño alarmante al ADN de células, según estudios conducidos por el profesor Peter Piper. De manera similar el benzoato de potasio aparece en alimentos “light” o de dieta y es igual de letal.
Colorantes artificiales: Algunos colorantes letales aún se incluyen en muchos productos el Azul 1 y 2 por ejemplo causan cáncer, el Rojo 3 causa problemas de tiroides, el Verde 3 causa cáncer de vejiga, y el Amarillo 6 causa tumores en el riñón y glándulas adrenales.
Sucralosa: El Splenda o sucralosa, es azúcar clorada y no es compatible con nuestro metabolismo.
Soya: Aunque se promueve como una proteína barata y sana, si es parte de algún alimento no lo será. Está comprobado que afecta los niveles de estrógeno en las mujeres, disminuye el deseo sexual y desencadena una pubertad temprana. La única soya que debemos comer es fermentada y orgánica, pero este tipo no es el que se incluye en alimentos procesados.
Maíz: Hemos llegado al punto en el cual la mayoría parte del maíz ha sido alterado genéticamente. Cualquier producto de maíz (aceites, almidón, dextrosa) podría causar cáncer, inflamación y enfermedades cardíacas. Contiene niveles alarmantemente altos de omega 6.
Lecitina de Soya: Uno de los ingredientes más usados en los alimentos procesados, y adicionalmente vendido como un suplemento alimenticio, está hecho de las sobras de proceso químico que separa la soya comestible de la lecitina. Contiene muchos pesticidas y solventes.
Sorbato de Potasio: A pesar de que la industria alimenticia ha intentado defender este ingrediente, el hecho es que las pruebas han mostrado que es un cancerígeno y afecta los órganos reproductivos y no reproductivos.
Cloruro de Sodio: Sal artificial, que no tiene nada en común con la sal de mar. La sal de grano que ponemos en nuestras mesas es cloruro de sodio, y deberíamos evitarla.
Aspartame: Este endulzante artificial se popularizó por su bajo contenido de calorías, sin embargo, se ha probado que causa cáncer.
Acesulfame-K: Un endulzante utilizado en alimentos procesado que se cree causa tumores en la tiroides.
Polisorbato 80: Debilita el sistema inmunológico y causa choques anafilácticos, también se ha asociado con problemas de fertilidad y cambios en los órganos reproductivos femeninos.
Aceite de canola: Un aceite industrial que se puede usar como repelente de insectos y para matar plantas y animales —no debería ser un ingrediente en nuestros alimentos, pero lo es. Eviten a toda costa alimentos con este ingrediente.
Hidroxianisol butilado y hidrozittoluene butilado: preservativos utilizados en muchos alimentos como cereales, goma de mascar, papas y aceites vegetales. Son oxidantes que forman compuestos cancerígenos en el cuerpo.
Galato de Propilo: Otro preservativo, lo podrán encontrar en caldos de pollo en polvo, carnes y gomas de mascar. Estudios sugieren que podría causar cáncer.
Una lista larga, pero si lográramos disminuir el número de toxinas que consumimos cotidianamente nuestra vida mejoraría inmediatamente y a largo plazo.
Entrevista con el Biólogo Claudio Bertonatti al respecto de su polémico artículo sobre las conductas humanas y tendencias sociales Hace menos de una semana, Claudio Bertonatti, uno de los naturalistas más reconocidos de Argentina, escribió un artículo que provocó un terremoto. El tsunami ha...
Entrevista con el Biólogo Claudio Bertonatti al respecto de su polémico artículo sobre las conductas humanas y tendencias sociales
Hace menos de una semana, Claudio Bertonatti, uno de los naturalistas más reconocidos de Argentina, escribió un artículo que provocó un terremoto. El tsunami ha llegado hasta aquí, y es probable que se extienda aún más.
En su texto,La confusión del veganismo, advierte que consumir vegetales no evita la muerte de animales. Bertonatti ha enfurecido a cientos de veganos y vegetarianos, también a otros profesionales de la conservación de la naturaleza. Sin embargo, muchos de los que le leyeron aprendieron algo sobre los derechos de los animales que nunca se habían parado a pensar.
Hemos hablado con Claudio sobre su idea sísmica, y también sobre las claves de la polémica.
Claudio, usted ha sido vegetariano. ¿Por qué tomó esa decisión?
Cuando era adolescente me empezaron a interesar la naturaleza y los animales, y pensé que al convertirme al vegetarianismo iba a evitar la muerte de muchos de ellos. Pero cambié de opinión.
¿Qué pasó?
Empecé a estudiar la naturaleza y la fauna, a salir al campo a observar. Me di cuenta de que en los cultivos agrícolas no había aves, y que las pocas que había estaban perseguidas. Entonces estudié anfibios, mamíferos, reptiles y peces, y me di cuenta de que estaba confundido.
¿Por qué?
Siendo vegetariano evitaba la muerte y el sufrimiento de los animales domésticos, pero no la de las especies silvestres. Y muchas de estas, a diferencia de las vacas, los cerdos y las cabras, están desapareciendo. Entonces cambié, y volví a ser omnívoro.
¿Qué le impulsó a escribir este artículo?
En Argentina me topo con mucha gente que dice ser defensora de la naturaleza porque no come carne y no llevan cueros ni zapatos de piel. Creen que siendo veganos o vegetarianos evitan cualquier muerte animal. No es cierto.
¿Por qué?
Desde el momento en que los humanos empezamos a criar ganado y adoptamos la agricultura, generamos impactos. No hay especie animal que no mate o no coma mediante la muerte de otros animales, directa o indirectamente. Entiendo que puede ser doloroso, a mí también me gustaría vivir en un mundo ideal, pero la realidad es otra. No todos, pero muchos veganos creen que no causan ninguna muerte, lo mismo que la gente que viste sólo ropa de algodón, y sí lo hacen.
Al decir esto mucha gente siente que la estoy acorralando
¿Muertes indirectas?
Trigo, arroz, maíz. La mayoría de los veganos los comen. El primer impacto de los cultivos masivos es la deforestación: desalojamos a la naturaleza para plantar. En Argentina directamente se quema la selva y se queman nidos con lanzallamas. Luego hay que defender la siembra de las aves que vienen a hurgar, por lo que muchos propietarios distribuyen granos envenenados. Después, los herbívoros silvestres van a ir a por los primeros brotes: se ponen entonces alambradas eléctricas, o directamente se cazan a tiros.
Si comes carne matas animales, y si comes plantas también
[caption id="attachment_87414" align="alignnone" width="620"] Granjas industriales contaminan y mantienen un trato inhumano con los animales[/caption]
¿Qué ocurre en la cosecha?
Se fumiga para combatir hongos, insectos, otras plantas. Las animales que expulsaste van a ir a los lugares vecinos, donde ya hay animales: no hay más plazas de hotel. Entonces van a los cultivos vecinos, y se produce otra ola de impactos.
Por el contrario, afirma que en los campos que se dedican al ganado hay más especies animales.
En Argentina hay muchos pastizales silvestres. Sales a caminar y encuentras de todo: anfibios, reptiles, pájaros. Por supuesto, mentiría si dijese que hay los mismos animales que si no estuvieran las vacas. El ganadero también persigue a la fauna y matará a todo animal que considere perjudicial para su producción. Pero aún así el impacto es menor. Al decir esto mucha gente siente que la estoy acorralando.
¿En qué sentido?
En el sentido de que no hay una posición correcta: si comes carne matas animales, y si comes plantas también. Mucha gente que se preocupa por temas ambientales busca los buenos y los malos, y no es así, todo es más complejo.
Ponga un ejemplo.
Aquí hay mucha gente que se manifiesta diciendo "No a la minería". El lema debería ser “no a la minería que explota recursos y personas de forma desaforada”. Esa gente usa computadoras que no existirían sin los metales que salen de las minas. Me sorprende que no puedan ver más allá.
La mayoría de los mataderos en Argentina son ejemplos de crueldad. ¡Cómo voy a decir lo contrario!
¿Qué opina de la forma en la que se produce la carne de forma mayoritaria, de la industria cárnica?
Es una tragedia. El feedlot y la mayoría de los mataderos en Argentina son ejemplos excelsos de crueldad. ¡Cómo voy a decir lo contrario!
Hay datos que señalan que los recursos para conseguir carne son tremendos en comparación con los vegetales. Y que, de hecho, los cultivos son una buena parte de esos recursos: en un alto porcentaje, se utilizan para alimentar al ganado.
Así es, sé que la mayoría de los cultivos de soja sirven para eso. Yo no digo que los veganos sean tontos ni que haya que ser carnívoro, digo que hay que ser normal y solidario, adoptar una posición inteligente.
Para un fundamentalista hablar de muerte es pecado. ¿Cómo quiere que la llame, eutanasia?
¿Cuál es esa posición inteligente?
Ser solidario con la naturaleza, el mal menor. Hay que fomentar el consumo responsable y la muerte humanitaria de las reses, pero para un fundamentalista hablar de muerte es pecado. ¿Cómo quiere que la llame, eutanasia?
Si lo he entendido, usted lo que pretende es advertir a algunos veganos y vegetarianos de que no es posible el impacto cero.
La mayoría de las personas vivimos en ciudades, y muchas desconocen el mundo natural. Pregúntale a tus amigos si son capaces de nombrar 10 animales o 10 plantas silvestres del entorno donde viven.
Probablemente no podamos.
Si no conocemos la naturaleza, su diversidad, tampoco podemos valorarla. Nuestro universo se restringe a lo que vemos: perros, gatos, canarios, gallinas, cerdos, patos, vacas. Nuestra sensibilidad se dirige a ellos, y es como mirar a través del agujero de una cerradura. El mundo es más amplio y más complejo, puedes aceptarlo o no.
Habla como si conociera a muchos fanáticos.
Hay fundamentalistas carnívoros y veganos. Cuando les escucho con ese tono tan carente de dudas, con un nivel de certeza, como científico, me asusta. En una posición fundamentalista sólo se presta atención a la gente que piensa como uno mismo, y los demás, si no son enemigos, amigos no son. Es contradictorio.
Nuestro universo se restringe a lo que vemos: perros, gatos, gallinas, cerdos, vacas. Nuestra sensibilidad se dirige sólo a ellos
¿El qué?
Que un carnívoro sea violento me resulta hasta comprensible, pero que un vegano lo sea es filosóficamente incongruente.
¿Ha conocido a veganos violentos?
Fui director geneeral del zoológico de Buenos Aires. Renuncié porque intenté transformarlo en un centro de conservación de especies amenazadas y no pude. Había veganos que se manifestaban en la puerta del zoo y gritaban asesinos a la gente que entraba, a los niños incluso. Eso le hace daño al veganismo. La gente piensa: si el veganismo es esto, no quiero saber nada. No son todos, claro, pero hay mucha gente que desarrolla una empatía enorme sólo por los animales domésticos. Muchos acaban odiando a la gente, y eso es patológico, no es bueno.
Que un carnívoro sea violento me resulta comprensible, que un vegano lo sea es filosóficamente incongruente
En su artículo dice que si la humanidad se hiciera vegana de pronto, sería una tragedia. Pero hay quien dice que si todos fuéramos veganos necesitaríamos menos cultivos que siendo omnívoros.
Yo escribí el artículo para poder debatir en mi país, donde el movimiento vegano viene con un análisis precario del medio ambiente. Si toda la humanidad se volviera vegana pensando así (no por otros motivos filosóficos, regligiosos, de salud, con los que no me meto), sería una tragedia porque no estaríamos comprendiendo los problemas medioambientales del mundo.
No le convencen estos datos.
Si un veganismo bien entendido contribuye a mejorar el mundo natural me haré vegano con gratitud. A mí lo que me preocupa es la conservación de la biodiversidad, que la riqueza de formas de vida que hay en el mundo no se empobrezca.
Pero, insisto, ¿si todos los argentinos fueran veganos, no harían falta menos cultivos?
No lo sé. Digo que no hace falta ser vegano para conservar la naturaleza o la biodiversidad. No soy especialista en desarollo agroproductivo, pero por lo que sé sobre el medio ambiente, siempre conviene diversificar la producción. Que haya cultivos, vacas, apicultores...diverso.
No hace falta ser vegano para conservar la naturaleza o la biodiversidad
¿Qué carencias ve en el movimiento vegano?
Nunca los veo luchando por la creación de nuevos espacios protegidos, o combatiendo el tráfico ilegal de especies. Los veo contra las corridas de toros, que ya no se celebran en Argentina, y contra los mataderos. Es como si solo vieran los animales domésticos que, insisto, no se están extinguiendo. No digo que esté mal, sólo que hay mucho más que eso.
En general, ¿cree que no hay suficiente conexión entre el veganismo y la conciencia ecologista?
Lo que me parece peligroso es que dediques todo tu esfuerzo a salvar el gato negro sin saber nada del medio ambiente, porque igual estás malgastando ese esfuerzo, o ese esfuerzo podría tener más impacto en otro lado. Hay que tener una visión amplia, quizá te ayude a analizar mejor la situación. Si después quieres dedicarte a la defensa de los gatos negros, me parece bárbaro, te lo agradezco. No es incompatible la defensa de los derechos de los animales con la conservación de la naturaleza.
Es evidente que hay un choque entre ambientalistas y animalistas, y sin duda va a marcar el futuro de la humanidad.
Me recuerda un poco a los partidos de izquierda. Parecen enemigos entre sí cuando en realidad son lo más parecido y los que deberían ser más afines. ¿Sabes quién es el mayor enemigo de la conservación de la naturaleza?
¿Quién?
El indiferente. Muchos indiferentes creen que todos los que estamos preocupados por el medio ambiente somos iguales, que no comemos carne, que somos monjes verdes y no tenemos sexo. No es cierto, ¡somos gente normal!
Los ambientalistas creen que los veganos y vegetarianos son meros sentimentales. Por otro lado me preocupa la indiferencia por los animales silvestres y la biodiversidad
La naturaleza lleva implícita la muerte. Mezclar sentimientos con la naturaleza no parece muy científico, pero por otro lado está la conciencia humana y la responsabilidad sobre una industria contraminante y atroz. ¿Quién se equivoca?
Hay errores en los dos bandos. Los ambientalistas creen que los veganos y vegetarianos son meros sentimentales. Por otro lado me preocupa la indiferencia por los animales silvestres y la biodiversidad, no es coherente. Asumo que la humanidad es una máquina de devorar el mundo, un antropólogo dijo que encarnamos un modelo cosmofágico, devoramos lo que nos rodea.
¿Está satisfecho con el revuelo que ha causado su texto?
Muchos me insultan, me atacan diciendo que maté a un oso polar, lo cual no es cierto. Otros me están aportando nuevas visiones, ¡y yo les doy mil gracias! Yo solo soy un albañil de la conservación de la naturaleza, un jardinero, y me equivocado miles de veces. Hago lo que puedo y no me ofendo por equivocarme. Pienso como un científico, no como un fundamentalista.
No hace falta ser vegano para conservar la naturaleza o la biodiversidad