martes, 14 de febrero de 2017

La debacle del PRI oculta la decadencia del PRD.


Alfredo Bielma Villanueva


Camaleon



Nacido en 1989, el Partido de la Revolución Democrática tuvo inmediatamente triunfos electorales de resonancia magnética, y fue un eficiente imán para quienes deseaban un cambio estructural en el país, ¡por fin la izquierda había despertado! Pronto dejó atrás al tostonero PAN, que nacido en 1939 no había alcanzado los triunfos del perredismo. Pero de inmediato el dogmatismo y el sectarismo característico de la izquierda infantil se combinaron con el usufructo del poder y fue veneno para las tribus, ávidas de que “la Revolución les hiciera justicia”. Así llegaron Los Chuchos acompañados con el pragmatismo más depurado de la izquierda y todo se vino abajo; ahora el PRD se ha convertido en rémora del PAN porque solo no compite y corre el riesgo de perder el registro.

 

 

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