Su labor inicia a las 7:00 horas y culmina a las 14:00 horas.
En el caso de Gabriela desde pequeña nació en ella el sueño de convertirse en un futuro en promotora vial.
“Veía a las muchachas trabajando y se me hacía una labor muy bonita”, expresó la joven, quien está casada y es madre de dos hijos.
Gabriela, quien está a punto de cumplir 14 años como educadora vial, estudió la carrera de derecho, la cual no ejerció porque lo suyo, lo suyo, es la educación vial.
La mayoría de las educadoras viales de Culiacán, presume, son jóvenes profesionistas, a quienes el Ayuntamiento de Culiacán les dio la oportunidad de trabajar cuando apenas eran estudiantes.
Su trabajo diario consiste en concientizar a la ciudadanía en general sobre el respeto a las leyes de tránsito, como no cruzar un semáforo en rojo, respetar al peatón, no circular a exceso de velocidad, entre otras muchas encomiendas.
La mayoría de la gente las ve a diario promoviendo la cultura vial en el primer cuadro de la ciudad, aunque también asisten a preescolar, primaria, secundaria y universidades a impartir pláticas sobre educación vial.
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