Por Antonio Hernández
San Andrés Tenejapan Ver.- Aún y cuando es un pequeño Municipio que cada día está siendo absorbido por la llamada mancha urbana, sigue conservando sus costumbres y tradiciones, heredaras por sus antepasados, como la llegada de sus fieles difuntos para el uno y dos de noviembre.
Más de 500 habitantes de la Puerta a las Altas Montañas, estarán visitando a quienes en vida, sintieron mucho respeto, aprecio, hoy de acuerdo a las tradiciones mexicanas, despiertan un momento del descanso eterno, para llevarse parte del aroma depositado en una ofrenda.
Para muchos de los pobladores de Tenejapan, quienes se adelantaron en ese viaje sin retorno, solo su cuerpo está enterrado a varios metros bajo tierra, pero su alma (la cual es la parte esencial del ser humano), baja del mundo celestial para acudir al llamado de sus deudos y juntos recordar todos los momentos felices que compartieron a su lado.
El Panteón Municipal, no solo tiene la particularidad de estar construido en el mismo predio en el cual se encuentra edificada la Iglesia de San Andrés Apóstol, sino que existe un paseo de concreto, cuyo camino separa a los hombres y mujeres, los cuales yacen en un sepulcro.
“Cuando venimos a sepultar a los seres queridos, no solo pedimos permiso al fiscal o sacristán, sino también a Dios, así como a la madre tierra y el santo patrono de San Andrés Apóstol, quien desde lo alto de la Iglesia, cuida y protege las almas de nuestros familiares, amigos, vecinos o conocidos”, declaró Don Antonio Apale.
Con 71 años de edad, el residente de la Comunidad de Tierra Colorada, dice que las familias (en su mayoría humildes), ponen una ofrenda con todos aquellos alimentos que les gustaba ingerir al hoy finado, como café, té, atole, caña con alcohol, pan, tortilla, arroz y mole, por citar algunos.
Por su parte, el Sacristán Mayor Mauricio Márquez Hernández, invitó a todos los habitantes de Tenejapan a presenciar la misa en honor a los difuntos, programada para el miércoles dos de noviembre a partir de las 14 horas, misma que será oficializada por el Párroco Jesús Barrón Morales y el Fiscal Antonio Morales.
“Hace muchos años, quienes acudían al cementerio, cantaban, bailaban y hasta convivían un rato a un costado de las tumbas, cuyas sepulturas estaban adornadas con muchas flores pero esas costumbres se han ido perdiendo. Afortunadamente, los pobladores de las comunidades y la propia cabecera, se organizan constantemente para realizar faenas de limpieza y por ello siempre tenemos un panteón en buenas condiciones”.
Una de las historias que cuentan los habitantes, es que entre las 2 y 4 de la madrugada, en los escalones que conducen al techo del templo religioso, se encuentra la silueta de una persona, la cual es conocida como el guardián o vigilante a quien se le debe de pedir permiso con una oración para tocar sus campanas.
Los habitantes, presumen que esa imagen, pudiera tratarse de una persona, la cual ayudó a construir este santuario y por muchos años se quedó a vivir en este lugar, pues recibió la encomienda de cuidar la Casa de Dios, pero tanto era su amor y devoción al creador y al santo patrono que prefirió quedarse en este sitio por toda la eternidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario