Se metió a limpiar un pozo de 22 metros de profundidad…
Acayucan, Ver.- Un hombre que fue contratado para hacer labores de limpieza de un pozo artesiano, lamentablemente murió la mañana de este martes al caer a la profundidad del mismo, a unos 22 metros debajo del nivel del suelo, siendo...
Se metió a limpiar un pozo de 22 metros de profundidad...
Acayucan, Ver.- Un hombre que fue contratado para hacer labores de limpieza de un pozo artesiano, lamentablemente murió la mañana de este martes al caer a la profundidad del mismo, a unos 22 metros debajo del nivel del suelo, siendo rescatado casi ocho horas después debido a la falta de equipo técnico por parte de los héroes anónimos que arriesgaron una vez más su vida, pero al final y gracias al apoyo de otras personas, lograron el rescate del cuerpo.
Serían las ocho de la mañana cuando el señor Rigoberto Estrada González, de 35 años de edad, salió de su domicilio para dirigirse a hacer las labores de limpieza de un pozo artesiano, ubicado en la parte posterior del templo evangélico “Centro de Restauración y Adoración Cristiana Vida Nueva”, ubicado en la calle Ponciano Vázquez de la colonia Los Gavilanes.
De acuerdo a los datos aportados al respecto, el hombre era experto en la limpia de pozos artesianos por lo que al llegar vio una oportunidad más de ganarse unos pesos, sin ponerse a pensar en la profundidad del pozo, 22 metros aproximadamente, más el tiempo que éste estuvo tapado y sin servicio.
Quienes estaban con él, su chalán un jovencito de escasos 19 años de edad, mencionó que Rigo se metió al pozo bien atado y luego de hacer la oración respectiva, pero algo pasó porque apenas iba a escasos ocho metros tierra abajo cuando escuchó un grito ahogado y un fuerte golpe en el fondo del pozo, pidiendo a vecinos lo ayudaran para intentar rescatar a don Rigoberto.
Lamentablemente la profundidad del pozo y la falta de apoyo impidió el rescate a tiempo, acudiendo al punto paramédicos de Protección Civil para hacer su trabajo con dos tanques semi vacíos de oxígeno, que al final no sirvieron, por lo que fue necesario llevarlos a rellenar y de esta manera, casi ocho después, se pudiera rescatar el cuerpo, gracias también a la oportuna ayuda de quien fue considerado el héroe del día, Adán “El chancaste”, quien se metió a lo profundo del pozo para amarrar al finadito y poderlo traer a la superficie.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario